lunes, 25 de julio de 2016

Flora intestinal: Importancia en los estados de salud y enfermedad

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 18 de Mayo de 2009)

El recién nacido esta totalmente desprovisto de microorganismos en su intestino, su colonización se produce tras el nacimiento a partir de las floras bacterianas vaginal y fecal maternas. Diversos factores van a contribuir en el tipo de flora bacteriana que se implanta en el intestino: edad gestacional, tipo de parto y lugar del mismo. Las condiciones higiénicas van a facilitar que la flora de implantación intestinal sea predominantemente materna o del entorno próximo al niño. El recién nacido alimentado al pecho desarrolla una flora bacteriana rica en bifidobacterias, por el contrario la flora del recién nacido alimentado con leche adaptada es menos rica en bifidobacterias y mas rica en clostridium. Hasta el segundo o tercer año de vida la flora intestinal va cambiando en relación con el tipo de alimentación instaurada; además, tanto su composición como el número de bacterias varia de un segmento del intestino a otro. En condiciones normales, la flora colónica izquierda es muy estable, sin embargo la flora del colon derecho esta muy influida por los sustratos que a ella llegan. Factores como el pH, el potencial redox, las sales biliares, el moco y el sistema inmunitario del huésped van a condicionar también el tipo de flora bacteriana existente. Los estudios moleculares de la flora fecal dominante en un individuo sano han conducido a la descripción de un patrón de microorganismos distintivos del estado de salud. Los grupos filogenéticos dominantes de la flora fecal del adulto son Firmicutes, Bacteroides y Actinobacteria; de su combinación se deriva el hecho de que cada individuo tienen una flora fecal característica que persiste la mayor parte de su vida. En O. Goulet. La flore intestinale: un monde vivant a preserver. Journal de Pqdiatrie et de Puqriculture 22 (3):102-106, 2009; se revisan aspectos novedosos sobre este tema. 
Existe una relación formal entre flora bacteriana, barrera mucosa y sistema inmunitario del huésped, donde los receptores Toll-Like, es decir la inmunidad innata, son los principales implicados. La mucosa intestinal con una superficie de mas 300 m2 esta permanentemente expuesta a gran cantidad de antígenos. La flora bacteriana intestinal juega un papel esencial en el mantenimiento y maduración del sistema inmunitario; la progresiva colonización bacteriana del tubo digestivo es esencial para establecer un equilibrio entre los linfocitos Th2 y los otros tipos de linfocitos. Por tanto la flora bacteriana juega un papel en la adquisición de tolerancia a antígenos y el desarrollo de alergia. Además, la flora intestinal se ha implicado en la angiogénesis intestinal y la motricidad del intestino. 
La diversidad de sustratos existentes explica que como resultado del metabolismo de las diversas especies bacterianas existente en el intestino se produzcan gran variedad de metabolitos que son absorbidos y metabolizados en el organismo; en su conjunto ejercen efectos nutricionales, metabólicos y tróficos contribuyendo a la buena salud del huésped. De la interacción entre las bacterias de la flora colónica y las células epiteliales resulta la producción de moléculas producidas por las bacterias que modulan la expresión de genes en las células epiteliales; así, el butirato producido por la flora colónica es un sustrato energético esencial. 
La flora intestinal evita en gran medida la colonización del intestino por bacterias patógenas. El equilibrio de la flora intestinal resulta de las interacciones microbianas como resultado de competición por el sustrato nutritivo, por los lugares de adherencia o las modificaciones del entorno bacteriano como resultado de la secreción de metabolitos bacterianos (bacteriocinas, pH, ácidos orgánicos). 
Diversas actitudes terapéuticas y dietéticas alteran la flora intestinal. En este apartado se incluyen los antibióticos que pueden alterar el equilibrio en la flora intestinal; algunos autores han sugerido la existencia de relaciones entre antibioterapia en periodo neonatal y asma. La teoría higienista supone que la mejora de las condiciones de vida y la disminución de la exposición a los antígenos bacterianos supone un aumento de las reacciones de tipo alérgico.
La alcalinización gástrica en el curso del tratamiento del reflujo gastroesfágico, elimina una de las barreras a la colonización intestinal por bacterias, habitualmente patógenas. Se ha demostrado que el tratamiento antiácido aumenta el riesgo de neumonía y diarreas do origen infeccioso. Algunos procesos patológicos como la gastroenteritis aguda, altera la flora bacteriana. El desarrollo de una flora bacteriana en la que predominen las bifidobacterias es posible con la alimentación; varios tipos de alimentación permiten en la actualidad conseguir este objetivo, utilizando probióticos, prebióticos que bajo la forma de oligosacáridos son capaces de modofocar la flora bacteriana y procurar las condiciones idóneas para el crecimiento de bifidobacterias en intestino, las leches fermentadas tienen un efecto probiótico. 

Prof. Dr. José Uberos Fernández

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