miércoles, 27 de julio de 2016

Reconocimiento de la migraña abdominal

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 25 de Mayo de 2011)

La migraña abdominal afecta al 1-4% de los niños y es una variante de la cefalea migrañosa. Su inicio ocurre generalmente entre los 7-12 años y las niñas se afectan con mayor frecuencia. Los criterios diagnósticos recogifod en el Rome III Pediatric Criteria for Functional Gastrointestinal Disorders (FGIDs) de 2006 considera el diagnístico despues de dos episodios, en tanto en International Headache Society’s International Classification of Headache Disorders-II (ICHD-II) de 2004 se consideran necesarios 5 episodios. 
Con el objetivo de simplificar el dolor de la migraña abdominal es agudo, paroxístico y seguido de un dolor periumbilical intenso que suele durar varias horas y se sigue de síntomas vegetativos como palidez, nauseas y vómitos. Una historia familiar de cefalea migrañosa es frecuente.
Los factores implicados en su patogénesis han sido: alergia alimentaria mediada por IgE, respuesta inmunológica de la mucosa intestinal, catabolismo de catecolaminas y monoaminas y permeabilidad de la mucosa intestinal. Algunos autores han propuesto el stress y la respuesta de neurotransmisores que ocasiona como responsable de las alteraciones gastrointestinales. 
Los estudios diagnósticos iniciales de un paciente que presenta historia de vómitos cíclicos o posible migraña intestinal incluyen: hemograma, proteina C reactiva, electrolitos, glucosa, creatinina, enzimas hepáticos y pancreáticos, test de gestación, urocultivo y sangre oculta en heces, ecografia gástrica, seriada gastrointestinal con contraste, resonancia magnética cerebral, esófagogastroduodenoscopia y colonoscopia. 
En lo relativo al tratamiento, algunos autores han comunicado buenos resultados con el uso de sumatriptan nasal e ibuprofeno a 10 mg/Kg/dosis. En Debbie M. Popovich, Denise M. Schentrup, and Allison L. McAlhany. Recognizing and Diagnosing Abdominal Migraines. Journal of Pediatric Health Care 24 (6):372-377, 2011; se pueden ampliar estas consideraciones.

Prof. Dr. José Uberos Fernández



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